Cómo aprender a decir NO

mayo 25, 2025

¿Te cuesta decir que no?, ¿te preocupa cómo se pueda sentir el otro cuando pones un límite (que se ponga triste o que se enfade)?, ¿te importa en exceso lo que piensen de ti y por eso no dices lo que realmente piensas o sientes? Si alguna de las respuestas a estas preguntas es “sí”, este artículo es para ti. 

Aprender a decir que no y a poner límites cuando nunca lo has hecho, no es tarea fácil, que nadie te engañe. No obstante, esto no quiere decir que sea imposible. Como todas las habilidades, se puede aprender. Si estás leyendo este artículo es porque estás siendo consciente de que algo en ti tiene que cambiar. Y ese, ¡es el primer paso! Enhorabuena.

Ceder constantemente a las necesidades de los demás o reprimir tus verdaderas opiniones y emociones puede generar frustración, hacerte sentir que no controlas tu vida y alejarte de tus propios valores. Esto afecta tu autoestima y refuerza la inseguridad, dificultando aún más la tarea de establecer límites. Para romper este bucle, te compartimos algunas estrategias que te ayudarán a aprender a decir que no con confianza y seguridad.

1. Identifica las barreras que te impiden poner límites

Para empezar, reflexiona sobre qué te detiene a la hora de decir que no. Algunas razones comunes son:

  • “Si digo que no, el otro se puede enfadar o sentirse mal”.
  • “Si pongo límites, puedo generar un conflicto y yo no soy una persona conflictiva”
  • “Priorizarse es ser egoísta”
  • “Tengo que ceder para gustarle a la gente y que me acepten”.
  • “Si digo lo que pienso, haré el ridículo o decepcionaré a los demás”
  • “Los demás deberían saber lo que quiero o necesito sin tener que decirlo”

Reconocer estos bloqueos es esencial para empezar a trabajar en ellos. Muchas de estas barreras se asocian con el miedo al rechazo o al abandono. Es un trabajo que se hace de forma profunda y progresiva en terapia. 

No obstante, quizá este ejercicio te ayude:

Piensa en la última vez que sentiste que te costaba decir que no o poner un límite. Vuelve mentalmente a esa situación. Imagínate diciendo que no. ¿Qué crees que podría haber pasado, ¿qué te preocupaba que sucediese al confrontar al otro?, ¿cómo te hubieras sentido?, ¿por qué?

2. Conoce tus necesidades y deseos

Muchas veces, la dificultad para “decir que no” surge de no tener claro qué queremos o necesitamos. 

Pregúntate: ¿Qué es importante para mí en esta situación? ¿Cuáles son mis límites? 

Cuanto más claridad tengas, más fácil será comunicarlo a los demás. Es importante que conozcas tus gustos, intereses y necesidades para reconocerlos ante los demás y darles valor.

3.  ¡Vamos a la acción! Pautas para decir que no de manera asertiva

  • Comienza con algo positivo: Reconoce la petición del otro sin necesidad de aceptarla: «Entiendo que esto es importante para ti, pero…», “Gracias por ofrecérmelo, pero…”
  • Expresa tu decisión de forma clara y directa: Evita justificarte en exceso. Un simple «no puedo en este momento» es suficiente.
  • Ofrece una alternativa (si lo deseas): «No puedo ayudarte con esto, pero quizá podrías intentarlo de esta otra manera», “gracias por invitarme, pero hoy estoy cansada. ¿Te apetece que quedemos el próximo domingo?”
  • Tómate tu tiempo para responder: No tienes que decidir de inmediato. Puedes decir: «Voy a pensarlo y te digo algo».

Ejercicio: Piensa en la última vez que cediste ante una petición cuando querías decir que no. ¿Cómo dirías que no en esa situación siguiendo estas pautas? Escríbelo en un papel y después, visualízate a ti mismo ejecutando la conducta.

4. Aprende a tolerar el malestar inicial


Es normal sentir cierta incomodidad o culpa cuando empiezas a poner límites, sobre todo si no estás acostumbrado. Recuerda que “decir que no” no te convierte en una mala persona ni significa que no te importen los demás. Al contrario, te permite establecer relaciones más sanas y equilibradas

5. Refuerza tu autoestima

Cuanto más seguro te sientas de ti mismo, más fácil te resultará decir que no sin miedo al rechazo. Trabaja en tu confianza, rodéate de personas que respeten tus límites y prioriza tu bienestar.

No olvides que empezar a decir que no y poner límites es una herramienta muy potente para fortalecer tu autoestima. 

6. Empieza a practicar

Decir que no es una habilidad que se fortalece con la práctica. Ensaya distintas situaciones, prueba respondiendo frente al espejo o con alguien de confianza. Con el tiempo, te sentirás más cómodo y seguro al establecer tus límites.

Ejercicio: Ponte una meta al inicio de semana. Por ejemplo: ir a una tienda y preguntar por algo y luego decir que no lo quieres…

Conclusión


Aprender a decir que no es una forma de autocuidado y respeto hacia ti mismo. No necesitas justificarte en exceso ni sentirte culpable por priorizarte. Con el tiempo, descubrirás que establecer límites mejora tus relaciones, refuerza tu autoestima y te ayuda a sentirte más libre y seguro en tu vida diaria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close
Close