Autocuidado: ¿cómo potenciar mi salud mental?

diciembre 1, 2021

El autocuidado es fundamental para promover nuestra salud mental.

¿Cómo promueves tú tu salud mental?, ¿qué cosas haces para dedicarte tiempo exclusivamente a ti?

Te voy a contar una historia…

Carmen venía a terapia muy agobiada, con mucha ansiedad y gran cantidad de pensamientos automáticos. Tras unos pocos minutos de charla me di cuenta de que Carmen no quedaba con amigos, no salía al cine o al teatro, ni siquiera se sentaba en su sofá a poder disfrutar de una película o serie de televisión. Al principio me plantee que quizás a Carmen estas actividades no le resultaban atractivas ni agradables, que quizás, quién sabe, tendría otro tipo de gustos. Al preguntarle por sus aficiones, sí describía que le resultaban gratificantes actividades de ocio como las que yo había supuesto en un inicio. Entonces… ¿qué pasaba?

A continuación, le pedí a Carmen que realizase un círculo muy grande, en el que ella se situaría en el medio y a su alrededor fuese situando los roles que realizaba en su día a día, de más cerca a más lejos de ella. Es decir, a qué distancia sentía esos roles de sí misma. Aquí, te invito a que tomes tu tiempo y hagas este ejercicio también, tal cual hizo Carmen. Pon tanto roles como creas que tengas en tu vida (pueden ser 5 ó más). Cuando hayas finalizado tu tarea, quiero que mires con perspectiva tu dibujo y observes, ¿qué es lo que ves?, y te preguntes: “¿me gusta a la distancia que tengo cada uno de esos roles de mí mismo/a?”

En el caso de Carmen, como podemos ver en su dibujo, el ocio era algo muy alejado de sí misma, había otros roles mucho más cerca que le dificultaban poder realizar otro tipo de actividades más placenteras. Yo me planteo, ¿cómo podemos sentir bienestar si no estamos llevando a cabo las cosas que nos hacen sentir dicho bienestar?

¿Qué es autocuidado?

El autocuidado es toda actividad dirigida a mejorar nuestro bienestar físico, emocional, social y cognitivo. De manera que eliminemos comportamientos más tóxicos o autodestructivos.

  • Físico: Este tipo de autocuidado es uno de los que más se da “por hecho”. Recoge todas aquellas actividades que tienen que ver con la salud física: descansar, dormir bien, comer saludable, realizar ejercicio, la higiene personal, tener actividades sexuales agradables o el autoplacer.  ¿Por qué se suele dar por hecho? Porque es algo que nos inculcan desde un principio, incluso cuando somos niños, en la publicidad, en la escuela, nuestros padres… Sin embargo, pregunta en tu entorno cuántas personas son capaces de tener en cuenta este tipo de autocuidado y le presentan la atención que se merece (ni más ni menos).

Los siguientes tipos de autocuidado son algo más complejos, quizás ni nos habíamos planteado que eso formase parte de cuidarnos a nosotros mismos. Échale un vistazo, puede que cumplas alguno de ellos o puede que te lleve a la reflexión sobre por qué no aparecen muchas de estas actividades en tu vida.

  • Emocional: se trata de ser amables con nosotros mismos, evitar juzgarnos o hablarnos con desprecio, permitirnos pedirnos perdón y no quedarnos en la culpa. También comprende el intentar ser más optimistas, tener pensamientos menos tóxicos y aspirar a manejar de la forma más sana posible el estrés de nuestro día a día.
  • Social: para cuidarnos en este espacio es importante que aprendamos o nos permitamos dar y recibir afecto (¿eres cariñoso con los demás?, ¿te permites recoger un halago?, ¿los sueles hacer?). También tiene que ver con expresarnos, abrirnos a los demás y apoyarnos en ellos (¿muchas veces no cuento mis problemas?, ¿me siento siempre dando a los demás y recibiendo poco?, ¿puede ser que yo nunca hable sobre lo que me duele?, ¿me da vergüenza pedir ayuda?). Otro aspecto importante es poder compartir nuestras emociones y generar relaciones sanas (¿siento que me están manipulando?, ¿no acepta mis límites?, ¿siempre me hace sentir culpable?). Debemos poner límites y decir “no” a todo aquello que ponga en peligro nuestro bienestar emocional. Echa un vistazo a nuestro artículo de asertividad.
  • Cognitivo: algunas de las actividades que podemos realizar para fomentar este autocuidado es la meditación o la relajación, conectar con la naturaleza, disfrutar del silencio, aprender, estudiar, leer, escuchar música, dedicar tiempo a una afición, conectar con nuestros placeres y deseos… En definitiva, detalles de la vida cotidiana que muchas veces pasamos por alto y que no solemos valorar tanto como se merecen.

Otra forma de autocuidarnos es eliminar aquellos aspectos de nuestra vida que sintamos que nos están perjudicando. No hablamos solamente de hábitos de vida insalubres, sino también de comportamientos que me llevan a la toxicidad: ¿por qué no paro de mirar el estado de whatsapp de mi ex pareja?, ¿por qué me siento culpable si he hecho lo que pensaba que era lo mejor?, ¿por qué me comparo con otras personas de las redes sociales?

¿Cómo mejorar mi cuidado?

Es cierto que, en muchas ocasiones, nuestro día a día tiene un ritmo tan frenético que no nos paramos a mirarnos y cuidarnos. Para, respira y pregúntate: ¿qué he hecho hoy de manera no automática?, ¿he disfrutado del día?, ¿cómo me he cuidado?, ¿llevo a cabo alguno de los comportamientos anteriormente descritos?

Son preguntas que te pueden ayudar a reflexionar sobre el tipo de vida que estás llevando y cómo puedes empezar a generar nuevos hábitos con los que probablemente te comiences a sentir mejor.

Es importante que tus objetivos sean realistas y se ajusten a tus necesidades y a tu rutina. Puede ayudarte echar un vistazo el apartado anterior para descubrir qué tipo de actividades puedes llevar a cabo. Divídelas en metas alcanzables y verás cómo comienzas a sentirte mejor.

El autocuidado es innegociable.

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