¿Cómo ser asertivos?

mayo 30, 2022

¿Cómo ser asertivos?

Las relaciones humanas son muy complejas, la mayoría de los problemas que traen los pacientes a consulta, y que nos cuentan nuestros familiares y amigos fuera de la misma, tienen que ver con la comunicación (“no me cae bien mi suegra”, “he discutido con mi madre”, “no aguanto a mi hermano”, «creo que tengo dependencia emocional» …). Es cierto que en los ejemplos anteriores intervienen muchos otros factores. Sin embargo, hoy nos interesa centrarnos en la comunicación, los estilos que existen y cómo mejorar nuestra asertividad. La falta de una buena comunicación puede dar lugar a: malos entendidos, toma de decisiones equivocadas y desacuerdos.

¿Qué estilos de comunicación existen?

Queremos que imagines un continuo: en un extremo se encontrara el estilo de comunicación inhibido o pasivo y en el otro, el agresivo. Los estilos de comunicación son tendencias a la hora de expresarnos y no siempre estaremos en un polo u otro. Adoptaremos ciertos comportamientos de alguno de ellos, de cara a adaptarme a cada situación. Sin embargo, las personas que suelen situarse en uno de los extremos suelen tener problemas emocionales.

  • Una persona en el extremo pasivo utiliza una comunicación verbal dubitativa (“no sé”, “quizás” …), aunque que muchas veces no dirá lo que piensa. Esto suele ser por miedo a la reacción del otro o por darle menos peso a sus propios pensamientos que a los del otro. Se caracteriza porque aquí no se expresan los deseos propios, se reprimen y suele estar relacionado con una baja autoestima. Su comunicación no verbal es muy contenida: no se suele mantener el contacto visual, el tono de voz suele ser bajo o entrecortado.
  • El estilo agresivo utiliza una comunicación verbal impositiva o dominante, llegando a dar órdenes al otro, utilizando insultos o descalificaciones, faltando al respeto. Sería cuando alguien grita, hace gestos amenazantes e incluso invada el espacio del otro. Se consiguen los objetivos propios sin importar los del otro, llegando a aprovecharse. ¿Conoces a alguien que dice todo lo que piensa y se siente orgulloso de ser honesto?, ¿ese alguien que da su opinión, aunque no se le haya preguntado? Esas personas que dicen todo lo que piensan sin ningún tipo de delicadeza en nombre de la “verdad”. Estarían usando un tipo de comunicación agresiva, ya que pueden hacer muchísimo daño. Claro que es importante ser sincero, pero utilizando un lenguaje respetuoso.

Como consecuencia, ninguno de los dos estilos suele ser efectivo para lograr los objetivos y suele provocar conflictos con los demás.

En el medio de estos dos extremos se encontraría el estilo asertivo. Somos asertivos cuando somos capaces de expresar nuestros deseos u objetivos de una forma clara, calmada que no dañe al otro. Cuando utilizamos un tono de voz tranquilo y gestos suaves que acompañan la conversación. Cuando, además somos capaces de escuchar al otro y tener en cuenta sus intereses y sus necesidades. Ser hábil o asertivo supone saber comunicarse de manera correcta, educada y sincera.

¿Qué logras siendo asertiva/o?

→   Conseguir tu objetivo específico en esa situación

→    Mantener una buena relación con esa persona.

→   Que la otra persona se sienta bien, siempre que no tenga expectativas inadecuadas.

→   Sentirte bien contigo mismo.

Vamos a trabajar sobre un ejemplo:

Manejo Asertivo en el Pedido de un Refresco en el Bar: Un Ejemplo Práctico

Para facilitar la comprensión de esta situación, imaginemos que estamos en un bar y hemos solicitado un refresco X, pero por error nos traen uno diferente.

Cuando nos enfrentamos a esta situación, una persona que adopta una comunicación pasiva puede experimentar pensamientos de vergüenza, como «si pido que lo cambien, ¿pareceré borde?» o «¿y si se molesta?». Estos pensamientos pueden evitar que exprese amablemente al camarero su deseo de cambiar el refresco. En última instancia, esta persona podría consumir el refresco sin decir nada, dejarlo sin hacer comentarios o justificar su decisión argumentando que no tenía tanta sed. La falta de atención a sus propias necesidades y deseos puede generar incomodidad consigo misma.

Por otro lado, alguien que tiende hacia una comunicación más directa podría reaccionar de manera airada. Aunque logre que el camarero cambie el refresco, esta respuesta puede generar una situación incómoda tanto para él como para el personal del bar y los presentes.

¿Existen alternativas para lograr nuestro objetivo sin sentir malestar? Claro que sí. Simplemente, podemos abordar la situación hablando con el camarero de manera amable y directa: «Disculpe, he pedido un refresco X y me trajeron otro. ¿Podría cambiármelo?». Este enfoque busca resolver la situación de manera eficiente y respetuosa para todas las partes involucradas.

Lo importante será poder “elegir” nuestro comportamiento y adecuarlo al objetivo y a la situación.


Te contaremos cómo mejorar tu asertividad en las próximas entradas al blog… !No te lo pierdas!

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