Guía para recuperar la confianza y sanar emocionalmente
La infidelidad es una de las experiencias más dolorosas que se pueden experimentar en una relación de pareja, hiere la confianza en la relación y sacude nuestra autoestima.
La infidelidad es un concepto subjetivo, ya que cada persona y cada pareja establece unos criterios para considerar lo que significa una “ruptura de la lealtad y el compromiso” en la relación.
Sin embargo, aunque no es fácil, superar una infidelidad es posible y en este artículo te ofrecemos pasos para guiar tu proceso de sanación emocional.
1. Entender los motivos de la infidelidad
Cuando nos enteramos de una infidelidad, aparecen muchas preguntas, inquietudes y “por qués”.
Estas inquietudes pueden relacionarse con el estado de tu relación de pareja (¿fallaba algo?, ¿había algún área que no estábamos cuidando?, ¿será por qué últimamente no teníamos relaciones sexuales?), con los sentimientos del otro miembro hacia ti (¿ya no me quiere?, ¿he dejado de atraerle?, ¿se ha enamorado de él/ella?), con la persona con la que sucedió la infidelidad (¿cómo es?, ¿por qué él/ella y no yo?), con la situación en la que tuvo lugar la infidelidad (¿cómo fue?, ¿dónde fue?) o con el futuro (¿qué va a pasar ahora?, ¿vamos a poder estar bien?).
Es importante que haya una comunicación clara y directa con el otro miembro de la pareja respecto a las dudas que surgen en torno a una infidelidad. Intenta comunicarte de una forma respetuosa y asertiva, para que la conversación sea honesta. Es importante que cada uno tenga el permiso para exponer sus inquietudes y emociones. Si alguno se comunica de forma agresiva, dificultará la fluidez y apertura en la conversación.
Cabe destacar que hay motivos que explican una infidelidad, pero desde nuestro punto de vista, nunca la justifican.
Por otro lado, puede que nunca lleguemos a entender los motivos, que la otra persona no quiera dárnoslos o que, a pesar de entenderlos, no nos sea suficiente. La clave está en decidir qué hacer con esa información.
2. Aceptar las emociones desagradables. Permítete sentir
Una infidelidad conlleva un proceso de duelo, una ruptura de la idea que teníamos de “pareja” y de la confianza que existía hasta ese momento. Por lo que, es normal y esperable que “duela”, y que duela mucho. Es normal experimentar:
- Enfado: hacia tu pareja, hacia ti mismo/a, hacia la tercera persona… Es normal estar más irritable, sentir rabia o ira por lo sucedido.
- Miedo: a enfrentar el futuro, ya sea en la relación o en un nuevo comienzo.
- Tristeza: con frecuencia aparece el llanto, la apatía o la desmotivación.
- Asco o rechazo: son respuestas emocionales válidas ante la traición.
También son frecuentes otras muchas emociones. Permítete sentirlas y expresarlas si lo necesitas; te puede ayudar el escribir tus pensamientos de manera diaria o practicar ejercicios de relajación y respiración profunda. No te digas “no es para tanto” o “tengo que estar bien”. Las emociones desagradables constituyen una parte natural del proceso de sanación en la infidelidad.
3. Evita tomar decisiones precipitadas
Cuando estamos en un momento de mucha activación emocional (cuando sentimos las emociones con alta intensidad), no pensamos de forma racional. Estamos invadidos por las emociones y tendemos a actuar y a decidir desde ahí. Tómate tu tiempo para procesar todo lo que ha pasado, conversa con tu pareja (si lo necesitas), habla con amigos o familiares en los que confíes y por los que te sientas escuchado. Es una decisión que solo tú puedes tomar y debe basarse en tus sentimientos, valores y en lo que crees que te brindará paz y felicidad a largo plazo. La clave es asegurarte de que estás eligiendo desde un lugar de claridad y no de impulso.
Tu decisión es tuya y es válida. No te avergüences por perdonar a tu pareja si es lo que realmente necesitas.
Prioriza el autocuidado
El autocuidado es esencial en este proceso de sanación. Apóyate en personas importantes para ti y, si lo necesitas, cuéntales cómo te sientes y cómo avanzas en el proceso. Conecta con actividades que te aporten bienestar (¿con qué cosas disfrutabas antes de que esto sucediese? ¡Ahí es!).
- Haz ejercicio físico
- Medita
- Conecta con la naturaleza
- Sigue una alimentación saludable
- Descansa
4. Cuidado con la culpa y la venganza
La culpa a veces nos señala que la “infidelidad” ha sucedido por “nuestra culpa”. La culpa, en su justa medida, ayuda a reconocer aspectos a mejorar, pero no debe llevarte a cargar con responsabilidades que no te corresponden, ni a machacarte. Puede que hayas descuidado tu relación (o puede que no), pero esa nunca es la causa de la infidelidad, siempre hay otras vías alternativas.
La venganza tampoco ayuda. Crees que te sentirás mejor, pero será solo a corto plazo. A la larga, la venganza te vincula más a la situación vivida y no te ayuda a transitar lo sucedido, ni a avanzar emocionalmente.
5. Redefine tus límites y expectativas
Una infidelidad puede reflejar problemas previos en la relación o necesidades no atendidas. Si decides continuar con la relación, este es un momento importante para reflexionar en conjunto y establecer objetivos claros.
¿Qué esperamos de nuestra relación?, ¿en qué áreas no nos sentimos satisfechos?, ¿qué podemos hacer para trabajar en ellas?, ¿cuáles son los límites y acuerdos que deben respetarse para evitar futuros conflictos?
Estas conversaciones pueden ser incómodas, pero son fundamentales para construir una base de confianza más sólida.
6. Considera la terapia como un apoyo en este camino
La terapia, tanto individual como de pareja, proporciona un espacio seguro para explorar los sentimientos y obtener estrategias útiles para manejar la situación. Las psicólogas de Base Psicología tienen experiencia ayudando a las personas a procesar el dolor de la traición, a reconstruir la confianza, y, si es posible, a redescubrir la relación.
Conclusión
Superar una infidelidad es un proceso difícil y doloroso, pero no imposible. Recuerda que sanar conlleva tiempo y que, más allá de la decisión que tomes respecto a la relación, lo más importante es cuidar de ti mismo/a y priorizar tu bienestar emocional. Aprovecha este momento para trabajar en tu crecimiento personal y, si decides darle una segunda oportunidad a la relación, hazlo con la certeza de que ambos estáis comprometidos en construir un vínculo más fuerte y auténtico.
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